miércoles, 30 de abril de 2014

LA MEJOR CONEXIÓN

Ese es el lema de la campaña publicitaria creada por Sra Rushmore que Vodafone ha lanzado con motivo del Día de la Madre.

El anuncio es una colección de bonitas imágenes de bebés siendo amamantados. Mola. 

Si tengo que poner un pero sería que se echa de menos alguna representación de lactancia prolongada, pero algo es algo. 

A veces son necesarias cosas como esta o que una famosa salga en una revista hablando de lo encantada que está dando teta para tratar con naturalidad lo más natural. 

A ver si así, haciendo visible algo tan normal, dejamos de encontrarnos noticias tan tristes como las de mujeres "invitadas a marcharse" de determinados establecimientos por amamantar y comentarios desafortunados con respecto a la lactancia. Que ya está bien.


https://www.youtube.com/watch?v=b0jGik0fEy4


domingo, 27 de abril de 2014

SENCILLAMENTE IMPRESCINDIBLE

Algún día contaré nuestra experiencia con el BLW (baby led weaning) o alimentación autorregulada, pero acabo de ver esta conferencia de Carlos González y tengo que compartirla. Explica perfectamente el por qué y el cómo de este tipo de alimentación y, como siempre, lo hace de manera cercana y amena.


Os recomiendo encarecidamente que miréis este vídeo con atención. Contiene cosas muy valiosas, de verdad.



https://www.youtube.com/watch?v=vKioOmhIfGU



Gracias, Carlos González, por hacer que todo parezca sencillo.





sábado, 26 de abril de 2014

UN MÉTODO INFALIBLE DE HIPNOSIS INFANTIL: CANTAJUEGOS

Creo que no hace falta que os presente a los protagonistas de hoy. A decir verdad, no sé muy bien de dónde salieron. Los conocí en la escuela infantil en la que trabajo, creo que los trajo (metidos en un DVD) algún padre para que los compartiésemos con todos.

Para los que no tengáis el "gusto" os resumo: Cantajuegos son un grupo musical exclusivamente para niños (me aventuro a asegurar esto porque no imagino a ningún adulto poniéndolos para entretenerse en ausencia de representantes infantiles), visten petos vaqueros y camisetas rojas y nunca dejan de sonreír. Repasan el cancionero casi que universal y lo mismo les da ocho que ochenta, porque igual te cantan "Estando el señor Don Gato" que "Here comes the sun" pasando por "El baile del gorila", a su modo, claro. Eso es tener valor, no voy a negarlo. Lo que pasa es que, en general y de primeras, a los niños les entra mejor Melody que los Beatles y me veo cada poco atendiendo peticiones de alumnos con "las manos hacia arriba, las manos hacia abajo". Aquí tengo que decir que Petit Pop han sido una tabla de salvación para mí este curso y que no me importa repetir hasta la saciedad "No queremos ir al zoo", "El invierno está al revés" o el "Zorro polar" y así dejar un poco de lado a los sonrientes cantarines de coplas de todos los tiempos. Quien mucho abarca poco aprieta. Igual deberían haberlo pensado antes...

Pero el caso es que al parecer les va de maravilla; el experimento funciona. No sé si se debe a las dentaduras perfectas, a las coreografías sin tregua o a los colores imposibles de los dibujos pseudoanimados que los acompañan. La cosa es que están preparando su décimo volumen y esto parece no tener fin. Tontos serían...

La verdad es que sea cual sea el secreto es poner un DVD de Cantajuegos y olvidarte de que hay niños y eso en momentos de alteración suprema, no nos engañemos, es un respiro. Se quedan obnubilados y como mucho, si se tercia, copian en espejo los gestos o bailes. Esto es así.  

Hasta aquí puede pasar. Siempre ha habido grupos (infantiles o no) que nos han gustado más o menos. Y eso está bien. Siempre defenderé la variedad, la oportunidad de escoger lo que queramos.

Otra cosa es el negocio que viene detrás. No voy a entrar en asuntos de merchandising porque tampoco hace falta. Me centraré en los conciertos. Oigo a muchos padres quejarse de los precios de estos desde hace tiempo. Pero los Cantajuegos siempre llenan a pesar de los pesares. Una entrada cuesta de media 25 euros, algo que me parece abusivo si tenemos en cuenta que a un espectáculo infantil los niños deben ir acompañados, como mínimo, de un adulto. Estoy segura de que habría maneras de reducir ese coste obsceno. Suelo estar al día de las actividades infantiles que se programan y las entradas no suelen superar los 5 euros. Además, es habitual que se hagan precios reducidos para familias. 

Otras veces, las monedas dejan paso al simbolismo. En "Canciones por regalos" un obsequio se cambiaba por la entrada para disfrutar de la ópera infantil Bababum y de Candela y los Supremos. En el "Baile de Antroido" celebrado en el Gaiás los pasados carnavales, con conciertos de Magín Blanco y compañía y su espectáculo "A nena e o grilo nun barquiño" y Petit Pop, todos los disfrazados (al final también los que no) entraban gratis. 
Para mí esto es lo que vale. No lo que cuesta.


jueves, 24 de abril de 2014

CUANDO CASI ES TODO

Llevaba ya tiempo leyendo cosas sobre "Casi un musical", el cuento de Blanca Lacasa musicado por Alberto MATE (ambos antes, Plastic d'Amour)  e ilustrado por Puño.

Casi es una niña libre, valiente y curiosa. Tiene montones de cosas que contar y cantar. Le pone voz Irene Tremblay (Aroah) y en sus aventuras la acompañan otros muchos personajes como su araña Juanita o el señor Rojo, un malo malísimo interpretado por Loquillo. Además, Malcolm Sparpa, Julián López (Muchachada Nui), Jabier Muguruza...

Tenía muchas ganas de que formase parte de nuestra biblioteca, así que ayer lo pedí a una librería virtual y un rato después me enteré (vía Garbanzo, de Diploide)de que ya hay un segundo libro-disco con la misma protagonista: "Casi un juguete". En este colaboran Miqui Puig, Julián Hernández (Siniestro Total), Yuri Méndez y el propio Garbanzo (en "Berta y Otto", la historia de un hulahop y un yoyó que Vera y yo llevamos escuchando en bucle todo el día).
¡Ya tenemos apuntado este nuevo título para nuestra próxima adquisición librera! ¡Lo esperamos como agua de mayo!

Por suerte, TODAS las canciones están a nuestra disposición:

- "Casi un musical"

http://casiunmusical.blogspot.com.es/2012/04/escucha-las-canciones-aqui.html

- "Casi un juguete"

http://casiunjuguete.bandcamp.com

Para la puesta en escena cuentan con La Fantástica Banda de Casi, que tiene ¡¡¡hasta con un coro griego!!!

http://casiunmusical.blogspot.com.es/2011/06/de-vacas.html

Literatura, música, ilustración...¡CASI es TODO!








miércoles, 23 de abril de 2014

SORPRESAS TE DA LA VIDA

¡Menuda sorpresa me he llevado esta tarde!
Resulta que "Una mamá en el mundo" me ha galardonado con el Liebster Award, que es un premio que se concede entre blogueros para darnos a conocer e interactuar en el mundo digital. Como primeriza en esto de compartir experiencias maternales vía telemática me ha hecho mucha ilusión. ¡Millones de gracias!

Voy a responder a las preguntas que me planteó:

- ¿Cúando decidiste empezar a escribir tu blog?
Desde que me quedé embarazada y empecé a seguir blogs sobre maternidad y crianza tuve ganas de compartir mis experiencias, pero fui dejándolo pasar hasta hace casi nada...

- ¿Por qué elegiste este nombre para el blog?
Cuando nació Vera sus actividades favoritas eran comer y dormir; así pasaba sus días, entre tetas y zetas. 
Este es, además, el nombre de un proyecto que tengo con la ilustradora asturiana María Díaz Perera.

- ¿Qué haces para que cada vez más personas lean tu blog?
La verdad es que de momento solo enlazo las entradas en mi página personal de facebook. Y para la gente que no "trabaja" el mundo 2.0 (sí, aún existen), el boca a boca de toda la vida.

- ¿Qué es lo mejor de tener un blog?
Poder compartir experiencias que pueden interesar a otras personas y aprender de los demás.

- ¿En qué momento del día escribes?
No tengo una hora fija. Cuando tengo un rato libre y/o me visitan las musas; puede ser que Vera esté durmiendo, jugando a mi lado o, como ahora mismo, en la teta.

- ¿Lees a otros blogueros con frecuencia?
Sí, soy seguidora habitual de unos cuantos blogs y cada día descubro otros que merecen mucho la pena. 

- ¿Qué es lo más difícil de la maternidad?
Realmente creo que ser madre no es tan complicado como se empeñan en hacernos creer. Es tan fácil (o difícil) como te lo propongas.

- ¿Cuál es el mayor cambio que trajo a tu vida ser madre?
Despertar cada mañana con una nueva sonrisa, el antídoto infalible para cualquier problema.

- ¿Escribías un blog antes de ser madre?
Sí; fui bloguera hace mucho tiempo contando mis aventuras en "Cada uno de mis días"; años más tarde tuve otros de contenido poético y ahora llegó el momento de la crianza. Cada cosa a su tiempo.

- ¿Crees que los blogs son una moda o llegaron para quedarse?
Puede ser que empezasen como una moda, pero hoy en día son un referente imprescindible en el mundo digital. Se quedarán, son el futuro desde ya (hace).

- ¿Te imaginas siendo abuela?
¡Sí! ¡Me encantará sentir eso tan especial que veo en los ojos de mis padres y suegros cada vez que ven a Vera! :)

Ahora me toca a mí elegir once blogs que también son merecedores de este reconocimiento.
Ahí van:

- Coses que coses
- Maternidad natural
- He jugado con lobos
- Mandarines a l'agost
- Ma.pa del tesoro
- Rejuega
- Mujer, vida y mamá
- Cría críos
- Madre al poder
- Supermamá
- Mamá, mimos y más

Y las preguntas que me gustaría que respondiesen son:

- ¿Qué hizo que decidieses escribir un blog?
- Define tu blog en tres palabras.
- ¿Consultas blogs para informarte de aspectos no relacionados con la crianza?
- ¿Qué opinas de la recuperación de tradiciones positivas que nunca debieron dejarse de lado como la lactancia, el porteo y la crianza con apego?
- ¿Antes de ser madre/padre leíste libros/blogs para "prepararte" o preferiste dejar fluir tu instinto?
- ¿Eres más del club de las "madres felices" o de las "malasmadres"?
- ¿Has hecho amig*s a raíz del blog?
- ¿Qué actividades soléis compartir en familia?
- ¿Has hecho tú mismo alguna labor siguiendo un tutorial compartido en un blog? 
- ¿Animas (o animarás) a tus hijos a escribir un blog o un diario de papel?
- ¿Cómo serán los blogs del futuro?







martes, 22 de abril de 2014

¿ROPA DE LACTANCIA YO? ¡(CASI) NUNCA!

Nunca había usado ropa específica de lactancia porque no la consideraba necesaria. Y sigo sin creer que lo sea. Incluso las más pudorosas (o frioleras) pueden apañarse con un pañuelo o haciendo pequeños malabarismos con su ropa sin tener que recurrir a prendas muchas veces alejadas de las posibilidades de nuestros bolsillos.

Cuando estaba embarazada me compré una camiseta premamá y lactancia, o eso decían, porque premamá vale, que tenía un corte para que cupiese la barriga, pero ¿lactancia?. Lo único "especial" era un escote con tres o cuatro botones. Esa teórica "función concreta" la hacía más cara que cualquier camiseta escotada de las que puedo tener en mis cajones y que, al final, fueron las que usé desde el principio.

La clave está en el escote, especialmente en verano, para poder sacar la teta por arriba. Como decía antes, las más pudorosas pueden taparse un poco con un foulard y asunto arreglado.
En invierno (o, mejor dicho en esta época de cambio climático, cuando no hace calor) el truco está en ponerse una camiseta ajustada debajo de la ropa y así solo hay que subirse el jersey, chaqueta o lo que sea y bajarse la camiseta interior, y se puede dar de mamar sin pasar frío, que es lo que más me preocupaba a mí cuando me quedaba con los riñones al ventestate. Bien es cierto que me compré un poncho con bolsillos (en mi mente "respiraderos" para Vera) para ponerme encima cuando tenía que dar de mamar al aire libre o en espacios siberianos. Ahí está muerto de risa sin haberlo usado porque me daba la impresión de que la niña se agobiaba, aunque igual me agobiaba más yo que ella. Seguimos con el truco de la camiseta interior tan panchas. 

Pero, ¡oh, sorpresa!, el otro día encontré un camisón que me regaló mi tía Mariví cuando tuve a Vera. No lo había estrenado; ni lo había visto bien. ¡Era de lactancia!
La verdad es que tengo que reconocer que es práctico, sobre todo ahora que me paso la noche con las tetas fuera (con el consiguiente resfriado en ciernes acechando por costillas, barriga y pecho mismo) para que mi pequeña retoña se sirva cuando quiera. Tiene unas piezas con aberturas en el escote, de modo que  se puede sacar la teta sin quedar todo el cuerpo al aire. Es comodísimo y desde que lo descubrí lo uso mucho. Para este tipo de menesteres es muy recomendable. 

Pero esto es como todo: habrá mamis que se apañen con mis artimañas, otras que estén encantadas con sus prendas de lactancia...eso es lo bueno, que haya de todo y para todas, que podamos elegir.

* A veces me da por buscar en la red ropa de este tipo, mirar precios, modelos...En el fondo tengo curiosidad por probar una camiseta de lactancia "ad hoc". Hay algunas muy chulas en "Mamá es la leche", pero son algo caras. Las más económicas son las de Kiabi y Vertbaudet. Si algún día me decido, ya os contaré mi experiencia.

domingo, 20 de abril de 2014

SI NO QUIERES SER COMO ELLOS, LEE : "UN GLOBO VERMELLO"

Aquí la superf(ami)ly tenemos instaurada la maravillosa tradición de comprarle a Vera un libro al mes (quien dice uno dice dos, dice tres...). Puede parecer una excusa para ampliar mi colección de álbumes ilustrados, pero sea lo que sea, vamos aumentando nuestra biblioteca poco a poco.

Abril, mes del libro por antonomasia, nos hicimos con tres títulos, ni más ni menos.

Hoy voy a hablaros de "Un globo vermello" (también conocido como "El globito rojo"), un precioso álbum que Iela Mari firmó en 1967.
Es un "libro mudo" que admite numerosas lecturas: hacia delante, hacia atrás, susurrado, cantado, un día así, otro asá...a gusto de quien quiera leer sus sencillas imágenes llenas de profundidad e historias escondidas.

Un globo de chicle encarnado se escapa de la boca de un niño y es así como empieza un viaje lleno de sorprendentes transformaciones que nos llevan de paseo por espacios cotidianos que aparentan mágicos. 


Guillermo Vázquez reinterpretó este cuento creando una bonita pieza audiovisual. Este es el resultado:

http://vimeo.com/12772228


"Un globo vermello" está editado por Kalandraka.

jueves, 17 de abril de 2014

LA REVOLUCIÓN DE LAS "MALASMADRES"

Hace unos días leí un artículo de Sergio del Molino que resumía a la perfección lo que pienso acerca de este movimiento.

Son mujeres de hoy en día: madres, trabajadoras, con vida social, aficiones, dudas, aspiraciones, sueños...Visto así todas somos "malasmadres" (ninguna es perfecta, pero nadie dijo que eso fuese necesario), sin embargo hay ciertas cosas que me chirrían, más allá del nombre. En cuanto a esto, tal vez lo más acertado habría sido llamarse "madres reales" o algo similar, aunque esta denominación, exenta completamente de "transgresión", no llama la atención, no vende.


Desde mi embarazo soy lectora habitual de blogs de algunas "malasmadres". Me he reído muchas veces con sus ocurrencias, especialmente antes de tener a Vera, pero ha llegado un punto en el que me he aburrido de leer constantemente lo cansadas que están, lo bien que vivían antes, cuánto tiemblan ante la llegada de las vacaciones escolares, la mala vida que llevan desde que son madres; que quieren mucho a sus hijos, pero venderían su alma al diablo por irse de crucero, a tomar gin tonics como si no hubiese un mañana o a comprarse el bolso más caro que han visto en no sé qué revista de moda.

Pensarán que no he entendido nada, que no he captado su irónico concepto de la maternidad imperfecta, que carezco de sentido del humor. No es así.

Conozco de primera mano a muchísimas madres y todas, absolutamente todas, son distintas. Ni mejores ni peores, pero sí distintas. Compruebo a diario las dificultades a las que se enfrentan las familias para conciliar (¿qué es eso?)y las soluciones que van buscando para organizarse. En ocasiones, los que más fácil lo tienen a priori son los que más se agobian. Me habría gustado conocerles antes de ser padres. ¿Qué harían?¿Cómo reaccionarían ante el día a día? ¿A quién culparían de sus fracasos cotidianos? Creo que la clave es esa. 

Yo también me canso, tengo días mejores y peores, noches en las que no duermo lo necesario, días en los que no me da tiempo a hacer todo lo que quisiera, películas, conciertos, exposiciones que me pierdo por estar haciendo otra cosa (casi siempre más interesante), pero todo eso ya me pasaba antes de ser madre y no le daba más importancia de la que tiene: hay que ser más flexible ante la vida, no desmoronarse ante el mínimo cambio de planes preestablecidos. Y, sobre todo: no son los hijos los causantes de todos nuestros desvelos ni problemas; no nos limitan ellos, nos limitamos nosotros; dejemos de responsabilizarlos a tiempo completo de nuestras fatigas y preocupaciones. De tanto leerlo da la impresión de que, fuera de bromas, han venido al mundo única y exclusivamente a estorbar. Y no creo que ninguna madre quiera dar a entender eso.

A lo mejor lo que falla en este "Club de Malasmadres" es más la forma que el fondo. Es un grupo muy heterogéneo, algo normal porque aglutina muchas posturas y opiniones, tantas como madres, cada una con su crianza, su forma de ser, su manera de expresarse, su ideología vital, sus hijos únicos e irrepetibles, sus parejas y empleos, sus ilusiones y desasosiegos, sus circunstancias...
Algunas comparten sus experiencias de un modo positivo, dan ideas de ocio para disfrutar en familia, explican actividades interesantes que han llevado a cabo con sus pequeños...pero es una minoría. En general se frivoliza bastante, incluso con temas que me parecen muy serios. Nunca se me ocurrirá bromear con la salud de mi hija y he leído comentarios relacionados con el "truco del dalsy" (es decir, darles a los niños febriles el antipirético en cuestión y mandarlos a la guarde o cole rezando para que el efecto dure lo suficiente y no tener que salir del trabajo a recogerlos) que han sido el detonante para decir "¡hasta aquí hemos llegado!". Por mi trabajo estoy muy sensibilizada con ese tema y no me hace ni pizca de gracia. Sé que la organización del mundo laboral actual "obliga" a que este tipo de comportamientos sean habituales, pero siempre hay más opciones.
Puede "quitarse hierro" a la paternidad, ser irónico, hacer chistes si el fin último de las "Malasmadres" era ese...un buen ejemplo es el decálogo sobre paternidad de Gomaespuma. 


http://es.paperblog.com/gomaespuma-ser-padres-en-10-lecciones-2504623/


Como dice Del Molino, "ser padres no es tan complicado ni agotador". No es para tanto; solo hay que ampliar el campo de visión y modificar la lista de prioridades, incluir a esa nueva persona en tu vida. Es tan sencillo como te lo quieras proponer.


(Os dejo el enlace del artículo. Echadle un ojo, es muy interesante).

 http://sergiodelmolino.com/2014/03/31/malas-madres/

martes, 15 de abril de 2014

BAILAD, CANTAD, FAMILIAS

Cuando Cova (Penelope Trip, Nosoträsh), Lara (Undershakers), Mar (Undershakers, Pauline en la Playa) y Pedro (Penelope Trip, Edwin Moses, Vigil) empezaron a tener hijos, sobrinos y amigos con niños se dieron cuenta de que en el panorama musical infantil no había demasiadas propuestas interesantes. Entonces formaron Petit Pop, un grupo de "música molona para hijos de padres chachis". 

Cada día me convenzo más de que a los niños les puede gustar cualquier tipo de música, no solo la que se compone para ellos. Simplemente hay que ofrecérsela, acercársela, darles la oportunidad. Del mismo modo, los adultos también podemos disfrutar de la música "teóricamente infantil" y compartir momentos muy divertidos con nuestros pequeños. Cuando algo es bueno no entiende de edades. Petit Pop lo saben y por eso crean canciones sencillas, pegadizas y basadas en los intereses infantiles, con ciertas referencias al "mundo adulto"(a veces se nos olvida que los niños son personas. Lo importante es adaptar el mundo real a sus necesidades, no crear un "mundo infantil" paralelo, ajeno al nuestro) y sin caer en la ñoñería.


En su primer disco ("Petit Pop") encontramos el porqué de la etapa del por qué en "Por qué, por qué" ("¿por qué pregunto tantas veces el porqué?, será porque no lo sé"), un canto a los animales en libertad en "No queremos ir al zoo"("porque la selva mola mogollón"), una oda a las niñas que no tienen por qué ser princesas y que bien podrían haber firmado Nosoträsh en "La niña pirata" ("cuando era pequeña a mí me gustaba jugar a la luchadora de las arenas") y hasta un rock n'asturianu ("Patu Pachu ye'l rei del rock and roll"), anticipo de su segundo trabajo, "Pop Piquiñín", versión astur de sus primeras canciones más una jota ("desesperá") interpretada por Herbamora ("nun sé que ficimos mal, tuvisti lo que quixisti y mira cómo nos va").

En "No nos gustan los lunes" podemos escuchar la banda sonora esencial para ciudades norteñas, "Chof, chof, chof" ("pues vivo en una ciudad en la que siempre está lloviendo"), el toque metafísico que encierran algunas inocentes preguntas infantiles, "Hoy es el ayer de mañana" ("abuela, ¿cuándo vas a ser pequeña?; abuelo, no veo a nadie en el cielo") o los exquisitos errores lingüísticos de los habladores principiantes en "Zorro polar" ("a ver si por fin me toca el tatajue de la princesa; aguacadabra, tropiezo las padabras").


Petit Pop son un soplo de aire fresco en la música para pequeños (y los que no lo son tanto). Este carnaval (entroido en galego, antroxu n'asturianu) fuimos a verlos a la Cidade da Cultura de Compostela (tocaban después del espectáculo de Magín Blanco "A nena e o grilo nun barquiño). No fuimos los únicos. Aquello estaba a tope de familias disfrutando de lo lindo, desde bebés hasta abuelos. Dejamos aparcada la enterprise al lado de las torres Hedjuk y lo pasamos genial bailando y cantando todas las canciones. 

¡Estamos deseando repetir! ¡A ver si puede ser pronto!


Podéis escuchar sus canciones aquí:



https://soundcloud.com/petit-pop







lunes, 14 de abril de 2014

NUESTRA VIDA LÁCTEA

Siempre tuve claro que si algún día era madre daría el pecho, así que en cuanto me quedé embarazada empecé a informarme sobre todo lo relacionado con la lactancia materna buscando en libros, artículos, blogs, experiencias de madres cercanas...
Cada día descubría algo nuevo en la teoría y suponía que la práctica sería fascinante, pero mis expectativas se superaron con creces. 

Vera nació por cesárea de urgencia (algún día me tocará contar mi parto) y estuvo con Moncho, su padre, mientras a mí se me pasaba el efecto de la epidural. Fue él quien le dio la primera toma con una jeringuilla ("Como la madre parece que tarda le podemos dar un biberón ¿o sois de esos padres modernos que no lo quieren?"), preguntó la enfermera cuando se percataron de que Vera tenía mucha hambre y no podía esperar a que yo llegara para comer). Esa era una de las cosas que tenía claras y que le había repetido a Moncho hasta la saciedad antes de dar a luz: "Si por algún motivo cuando nazca la niña no puedo estar con ella, no le des biberón ni chupete hasta que haya tomado teta por primera vez".

Lo primero que hice nada más entrar en la habitación 234 fue poner a Vera al pecho. Una enfermera se empeñó en "enseñarme" a darle de mamar tumbada, ya que tenía gotero y vías y no podía levantarme de la cama. Me costaba mucho; estaba muy incómoda y me daba la impresión de que la niña tampoco estaba todo lo bien que debería. Cuando se fue busqué una postura más natural y las dos respiramos aliviadas. Lo mucho que nos quedaba por aprender teníamos que hacerlo tranquilas, tal vez con ayuda, pero sin imposiciones.

Vera se alimentaba del calostro y de un suplemento que las enfermeras decidieron que necesitaba (a día de hoy, con mi experiencia e información, sé que no habría hecho falta).

Tomando la leche con jeringuilla tragaba mucho aire y lo pasaba fatal porque aún no sabía expulsarlo, así que una auxiliar me contó que sus hijos habían tomado los primeros días teta y biberón y no habían tenido interferencias en la succión, así que le hice caso y pasamos al bibe para los susodichos suplementos (ahora escribo esto con mucha rabia, por no haber tenido la información suficiente para plantarme ante algo innecesario). Al tercer día, mientras me duchaba en el hospital antes de que me dieran el alta, mis pechos empezaron a gotear y nos olvidamos de biberones y otras leches.


Fue en casa cuando empezamos a disfrutar plenamente de nuestra vida láctea. Sin prisas, a nuestro ritmo, avanzando poco a poco, por nosotras mismas...


Seguí informándome, leyendo, buscando estudios, avances, noticias...Con el tiempo llegó la vuelta al trabajo y fueron surgiendo dudas;varias asociaciones prolactancia aclararon todas mis incertidumbres y pudimos continuar nuestro camino de manera sencilla y feliz.

Al principio pensaba que daría teta hasta reincorporarme al mundo laboral. Lo de extraerme leche, congelarla...me parecía un poco complicado, pero a las 19 semanas ya estaba demasiado "enganchada" a la lactancia como para permitirme dejarla. Además mi madre me regaló el sacaleches Medela Swing, que me facilitó mucho las cosas.

Después pensé "hasta los seis meses mínimo". Y cuando Vera aún no había cumplido ese medio año me dije: "Pero, ¿por qué poner plazos con lo a gusto que estamos las dos y lo bueno que es para ambas?". Y aquí estoy, decidida a seguir con este precioso vínculo que me une a mi hija hasta que ella quiera. 

Cuando acabe esta etapa de la teta llegarán momentos de una complicidad distinta, estaremos unidas de otra manera, pero estoy convencida de que esta maravillosa experiencia nos marcará para siempre.

Leo con tristeza que "las bajas tasas de incidencia y duración de lactancia materna son reconocidas como un problema de salud pública en nuestro país". Del 60% de los recién nacidos que comienzan la lactancia materna, solo un 20% la mantiene a los seis meses y menos de un 2% la prolonga más allá de los diez. 

No quería incluir cifras, porque me importa más la calidad que la cantidad, pero me han parecido unos datos escalofriantes. 

Dentro de un mes empezaré un curso que me capacitará para ser Asesora de Lactancia. 

Me gustaría contribuir a romper los falsos mitos que rodean la lactancia materna, transmitir de manera sencilla un proceso fisiológico complejo, despejar dudas, quitar miedos...

He tomado algunas grandes decisiones en mi vida y, sin duda, amamantar a Vera es una de ellas.



viernes, 11 de abril de 2014

BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA EN NIÑ*S


Por si quedaba alguna duda...








DE ESTRENO



Por fin me he decidido a compartir mis vivencias como madre lactante, porteadora y defensora de una crianza respetuosa.

Escribo esto con mi hija Vera, de siete meses, riendo a mi lado. Creo que no hay mejor manera de empezar esta nueva andadura.